16.10.15

Cuando tengo que entregarme a lo que me toca el corazón, lo hago sin medida.

LA ENTREGA 
(Diálogos conmigo mismo)

"Tu deber es descubrir tu mundo y después entregarte con todo tu corazón". (Buda

He leído esta frase y me he visto totalmente identificado con ella. Siempre he pensado que cuando nos dedicamos a algo, cuando nos implicamos a fondo en ello, siempre debemos emplearnos de corazón sin restricciones, no cabe otra cosa que la entrega absoluta. 

Posiblemente yo no soy una persona como se suele decir “al uso” que pueda situarse en la línea media de lo conveniente, en lo que socialmente se considera correcto o en lo que se espera de mí.

Todo lo contrario, estoy lleno de contrastes. Me entrego o abandono, paso a la otra orilla o me quedo en la mía, tomo la sopa caliente o prefiero un café frío. No puedo ubicarme en el beneficioso punto medio, eso que llama el “EQUILIBRIO”. Por eso cuando me entrego lo hago sin límites. Al menos mientras estoy en lo que me seduce. Si pierdo la magia de lo que me entusiasma y apasiona, entonces doy la vuelta y me voy. En definitiva mi filosofía es “EL TODO O NADA”.

No entiendo a las personas que siempre nadan y guardan la ropa. Las que emplean el ”POR SI ACASO”, las que usan mentiras “VENIALES” para mejorar el concepto que el otro tiene de ellas, las que hacen las cosas por “NO VAYA A SER QUE” Las que pasan por encima de cualquiera con tal de obtener lo que desean, las que creen ganarse la autoridad en base al miedo. Las que miden hasta el último milímetro antes de dar un paso, las que deliberadamente confunden cariño, con interés, las que manipulan a los demás, sin dar nunca la cara. En numerosas ocasiones confundimos lo que llamamos precaución, con indecisión.


A veces, caerse en el vacío no es tan malo. Muchas veces podría significar la salvación, ya que nos ayuda a tomar conciencia, a despertar a reaccionar y sobre todo, cuando uno está en lo más bajo, haga lo que haga siempre le ayudará a comenzar a subir.

Solo hay que querer salvarse y tener confianza en uno mismo que lo conseguirá trabajando en ello. Lo demás está asegurado. Por eso cuando tengo que entregarme a lo que me toca el corazón, lo hago sin medida. 

Tal vez no sea todo lo cauto que debo, tal vez no sea lo correcto, tal vez no lo aprueben los demás, tal vez..., tal vez… pero miren, eso es precisamente, lo que me hace sentirme vivo y sentir la vida en plenitud. 

Recuerda siempre: “cuando no cuidas en el presente a las personas que están en tu corazón, no esperes verlas en tu futuro, porque para entonces serán, tu pasado”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario