17.2.16

Un abrazo es dar y recibir. Unas veces te caerás y te sujetarán y otras serás tú quien rescate a alguien.


ABRÁZAME

Has sentido alguna vez la sensación de que daba igual cualquier palabra que pudieran decirte?
Que no importaba lo bueno que fuese el consejo,
o lo motivador que tuviese el discurso,
simplemente, que no te ayudaba.

He aprendido que da igual que seas terapeuta, médico o sabio,
en algunas ocasiones no hay nada más sanador que el cariño de un abrazo.
De esos que te apoyan la cabeza contra el pecho,
y te dejan sentir el calor que desprende el corazón de la otra persona.


Esos abrazos tan fuertes tan fuertes que no puedes aguantarte las lágrimas y los suspiros,
que parecen que te exprimen hasta que no quede nada de dolor.
Y qué me dices de los abrazos que protegen,
esos que te hacen sentirte en los mejores brazos del mundo.

O esos abrazos tan delicados y sutiles,
tan mágicos,
que puedes sentir que no abrazas un cuerpo,
Si no un alma.

A mí me gustan esos que vienen sin avisar,
que te cogen por la espalda,
O los enamorados que se acurrucan en el cuello del otro.
Aunque creo,
Que no hay mejor abrazo que el del reencuentro,
Tanto tiempo colapsado en un momento,
Dos almas,
Dos vidas,
Dos cuerpos,
Y una incandescente llama vibrando bajo el pecho

Dar un abrazo no es fácil,
No es tan sólo rodear con los brazos a otra persona,
Hay abrazos por compromiso,
Abrazos que traicionan,
Incluso hay abrazos tan duros que ahogan.

Un abrazo es dar y recibir,
Unas veces te caerás y te sujetarán,
Y otras serás tú quien rescate a alguien.

Un abrazo une mundos,
Si no vas a abrazar con el alma,
Cuidado,
Esa fusión no se siente
si estás con los ojos abiertos o el corazón cerrado.

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