15.12.25

Lo esencial es hacer los cambios que necesitamos para lograr ser libres y felices

¿SIRVEN PARA ALGO LOS LIBROS DE AUTOAYUDA?

La lectura y el estudio normalmente conducen a un conocimiento más profundo. Esto vale en general para cualquier tema.

Hace muchos años vivía en una «ecoaldea», una comunidad rural formada por personas interesadas en llevar adelante un proyecto ecológico y sustentable.

Allí faltaba un apicultor. Me decidí entonces a comprar unas colmenas y estudiar acerca de las abejas. Y como me gustan mucho los libros, me conseguí todos los que había disponibles acerca de este tema en las librerías de Buenos Aires. Los leí con verdadero entusiasmo y el asunto me interesaba tanto que no tuve dificultad en aprender todo lo necesario.

8.12.25

Y sé que soy algo más. Que donde voy algo habrá. Y lo que haya de ser será.

 
        LO QUE TENGA QUE SER, SERÁ        

Tuve ideas. Tuve sueños.
Tuve efímeros deseos.
Y donde puse el empeño
fue donde me hice reo.

Prisionero en la materia
viendo el caos en el azar
descubrí que la miseria
es solo una puerta más.

1.12.25

El reto no es abolir la duda, sino aprender a orientarnos con ella

LO QUE VEMOS Y LO QUE IMAGINAMOS

UNA DELGADA LÍNEA

¿Esto pasó de verdad… o lo soñé? Esta pregunta que parece trivial, nos conduce a la frontera entre realidad e imaginación. En el día a día, ese límite nos permite distinguir un recuerdo preciso de una ilusión, o una sospecha de una certeza. En la ciencia, es un problema mayor:  ¿cómo decide el cerebro que algo “es real”? ¿Qué señal interna, qué patrón, qué convierte una posibilidad en un hecho?

En los últimos años, un conjunto de estudios neurocientíficos ha empezado a perfilar una respuesta: la mente no “refleja” el mundo como un espejo; lo predice, lo bosqueja y lo corrige sobre la marcha. Cuando esas predicciones internas coinciden con señales sensoriales, el cerebro levanta la bandera de “real”; cuando se parecen demasiado, incluso sin respaldo externo, podemos confundir imaginación con percepción. La frontera, lejos de ser una muralla, parece ser una membrana semipermeable.

24.11.25

La paradoja es que todos queremos ser Truman, pero nadie quiere descubrir que lo es

EL SÍNDROME DE SHOW DE TRUMAN

DELIRIOS MODERNOS EN LA ERA DE LA EXPOSICIÓN

En 1998, la película The Truman Show, protagonizada por Jim Carrey, planteó una idea tan interesante como inquietante: un hombre vive toda su vida dentro de un gigantesco plató televisivo sin saberlo, rodeado de actores que fingen ser su familia, sus amigos, sus compañeros de trabajo. 

Todo su mundo es una ilusión diseñada para el entretenimiento del público. Lo que entonces parecía una fábula satírica sobre los límites del espectáculo, años después se convirtió —literalmente— en un diagnóstico clínico.

El llamado Síndrome de Show de Truman (o simplemente “síndrome de Truman”) describe una forma de delirio persecutorio en la que el individuo cree que su vida está siendo grabada y retransmitida en tiempo real, como parte de un programa de televisión o una simulación. 

17.11.25

Nada es bueno, nada es malo. Todo te enseña a vivir y todo el amor expresa

 
                                      DEJAR IR                                     

Dejar ir no es escapar,
es no resistirse a sentir y soltar.
Deja las penas volar,
verás que empieza a remitir
el dolor y vuelve la paz.

10.11.25

El pasado puede ser un sofá para lamentarnos o un trampolín hacia nuestros sueños

EL PASADO COMO TRAMPOLÍN        

Puede que alguien nos hiciera mucho daño o que nos desilusionáramos, puede que las circunstancias acabasen por no ser como realmente esperábamos en el pasado. Una palabra no pronunciada, un error que no aceptamos o un comportamiento que no esperábamos pueden construir cadenas en nosotros, haciéndonos presos de nuestras propias circunstancias.

El pasado puede pesarnos, incluso generarnos un gran sufrimiento cada vez que lo rememoramos. Echar la vista atrás o vivir constantemente recordando lo que ocurrió sin aprender de ello nos ata a los reproches, a la culpa o a la crítica sin permitirnos avanzar.

3.11.25

Jugar es darle al cuerpo y a la mente la oportunidad de moverse sin objetivo

VOLVER A LO SIMPLE                           

LA IMPORTANCIA DE JUGAR

Hay una idea que se repite sin que nadie la diga en voz alta: hay que ser productivos. Desde pequeños aprendemos que lo importante en la vida es hacer, rendir, lograr cosas… Se nos premia por cumplir, por no perder el tiempo, por aprovechar cada minuto, y es que vivimos en una época en la que descansar da culpa y “no hacer nada” parece casi un pecado. 

Pero esa exigencia constante de producir tiene un precio, pues acabamos acumulando altos niveles  estrés, y sentimientos continuados de no llegar a todo.

El trabajo, que alguna vez fue solo una parte de la vida, ha terminado ocupándolo todo. La mayoría de nosotros ya no descansa por placer, sino para recuperar energías y poder rendir otra vez.

27.10.25

La felicidad no solo depende de lo que tomamos, sino también de lo que dejamos ir

HACER COSAS ESTÁ MUY BIEN…    

… DEJAR DE HACER OTRAS, ES TODAVÍA MEJOR

Decir que todo lo que haces produce felicidad o la anula  puede sonar exagerado a primera vista, pero encierra una verdad sobre la naturaleza humana. Cada pensamiento, cada palabra y cada acción dejan un rastro en nuestro sistema nervioso, moldeando poco a poco el terreno emocional sobre el que nos movemos.

A menudo pensamos que la felicidad depende de las circunstancias, del azar o de la compañía, pero la evidencia científica sugiere algo distinto: alrededor del 40 % de nuestro bienestar depende directamente de nuestras acciones cotidianas. Solo un 10 % está determinado por factores externos —riqueza, salud, entorno—, y el restante 50 % proviene de predisposiciones genéticas y rasgos de personalidad.

20.10.25

El indicador más preciso de nuestro nivel de consciencia es nuestro estado de ánimo

NUESTRO MEJOR ESFUERZO            

Llegó la hora de hacer nuestro mejor esfuerzo…

Una de las ideas que normalmente trato de compartir es que la vida es casi siempre muy simple y fácil de disfrutar. Y cuando no podemos verla así en general es porque nos concentramos en ciertos aspectos negativos de lo que sucede a nuestro alrededor y condicionamos nuestro bienestar a la solución de una interminable lista de problemas.

También muchas veces propongo recordar que estamos en manos de un Poder Superior, al que siempre podemos recurrir cuando no nos sentimos bien o si necesitamos algo que no podemos conseguir con nuestro propio esfuerzo individual. En realidad somos parte de ese Poder Superior, y podemos volver a conectarnos con esa Fuente a través de cualquier actividad que expanda nuestra conciencia, como la oración, la práctica de la meditación o la apreciación deliberada de cada cosa buena que nos rodea aquí y ahora.