3.5.16

Y decidí viajar al centro de mi corazón. Allí busqué la luz que me alumbrara, allí donde nace la Canción.

DONDE NADA SE ESCONDE

Se que a veces soy repetitivo, obsesivo con algunas ideas y sentimientos. Pero así soy y no me parece mal serlo. Me gusta recordarme para no olvidar,  para continuar con mis pasos y no olvidar quién soy, quiénes somos. Esta es una canción de búsqueda interna, porque nada se esconde, todo está visible, audible, sentible... solo hay que dejarse llevar por la intuición...

DONDE NADA SE ESCONDE

Fui al desierto para ver si me encontraba
Entre la arena y el cielo interminable.
Quise estar solo donde no crece nada
Buscando encontrar la llamada de la sangre.
Pero en la arena no estaba mi nombre.
En el desierto donde nada se esconde.


Tome entonces mi barca adentrándome en el mar,
Esperando que la brisa allí me hablara
En el silencio del océano, en la soledad.
No tuve presagios ni voces saladas
Y es que en el agua no estaba mi nombre.
En el mar donde nada se esconde.

Y me retiré al monte (¿Para allí hablar con Dios?)
A parajes solitarios, incluso a un monasterio
Y la montaña solo el eco de mi voz me devolvió
Y no hallé allí respuesta al misterio.
Y es que, en las rocas no estaba mi nombre
Ni en la cima donde nada se esconde.

Y decidí viajar al centro de mi corazón.
Allí busqué la luz que me alumbrara,
Allí donde nace la Canción,
Donde el espíritu me ofrece sus alas
Y allí por fin encontré mi nombre,
En mi corazón que nada me esconde.

A.BARO


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