7.9.17

La mejor decisión es la que tiene que ver con nuestra actitud

TODOS PODEMOS SER NUESTROS HÉROES


Esperar a que alguien venga a salvarnos es un error porque nadie sabrá hacerlo mejor que nosotros mismos. Eso sí, quizás a veces con un poco de ayuda. El mejor salvador lleva nuestro nombre porque nosotros también podemos ser nuestros héroes. 

No es preciso que nos pongamos un traje especial ni que luchemos contra enemigos con poderes especiales. Tan solo hay que prestarse atención y cuidarse cuando lo necesitemos. De lo contrario puede que el malestar aparezca un día para quedarse.

Ser nuestros héroes nos ayudará a mejorar la autoestima, facilitará el camino hacia nuestros sueños y demostrará al resto que tenemos la capacidad para hacer aquello que deseamos. Nuestra felicidad depende de nosotros y en definitiva, de nuestra heroicidad. 

La importancia de tomar decisiones

Un héroe se define por su valentía, por su capacidad de actuar y de algún modo, por construir la felicidad y el bienestar. ¿Cómo lo hace? Tomando decisiones, eligiendo qué hacer y hacia dónde ir. Por ello, si queremos convertirnos en nuestros héroes nuestras decisiones será muy importantes.


El problema es que estamos decidiendo continuamente pero no nos damos cuenta. Desde la ropa que nos ponemos hasta lo que vamos a comer o cómo pasaremos el día. Nuestra rutina está repleta de ellas. Ahora bien, la mejor decisión es la que tiene que ver con nuestra  actitud. ¿Cómo elegimos enfrentar el día o simplemente, cómo nos tomamos las cosas que van sucediendo?

A menudo, creemos que tenemos menos poder del que en verdad poseemos sobre nosotros. Por ello, decidir de qué modo vamos actuar y cuál va a ser nuestra actitud ante las diferentes situaciones será fundamental. Un héroe es consciente de ello y lo cultiva. ¿Nos ponemos manos a la obra?
Dejemos de dar protagonismo a esas voces internas que no nos dejan avanzar y nos anclan a la zona de confort y decidamos salvarnos de esa “mala comodidad”.

El héroe y los enemigos

Un héroe además de por su valentía se define por su lucha contra los enemigos con el objetivo de salvar el mundo. Por lo que si queremos ejercer como nuestros héroes también tendremos que aprender a luchar contra nuestros enemigos. 
¿Quiénes son nuestros enemigos? Todos lo que nos atrapan en el malestar y nos empequeñecen como los miedos, la desconfianza, los conflictos, la toxicidad…. Pero sobre todo, nosotros mismos cada vez que nos tratamos mal, no pensamos en nosotros o se nos olvida todo el potencial que tenemos.
¿Entonces tenemos que luchar contra nosotros mismos? No. A diferencia de los héroes de las películas y libros, nosotros tenemos que transformar todo lo que nos hace daño en algo que nos produzca bienestar o al menos en algo de lo que siempre podamos aprender. Nuestra lucha no es una pelea sino la comprensión y consciencia para dar la vuelta a lo que nos sucede y comenzar a cuidarnos. Esa es la clave.

¿Cómo ser nuestros héroes?

Ya hemos visto que ser consciente de nuestras decisiones y además, fomentar la actitud comprensiva para tomar consciencia de lo que sucede y transformarlo nos ayuda en la gran tarea de convertirnos en nuestros héroes. Pero, ¿qué más podemos hacer?

Es importante que comencemos a analizar qué o quiénes son los que controlan nuestra vida. ¿Será nuestro jefe, nuestra familia, el empleo o los preceptos sociales? ¿En qué momento hemos dado “permiso” para que hagan lo que deseen con nosotros?
Con esto no queremos decir que cada persona que nos rodea se haya convertido en nuestro enemigo, sino que muchas veces aun con la mejor intención del mundo pueden obstaculizar nuestro crecimiento. Por ello, es importante prestar atención a nuestro alrededor para que no nos influya de manera negativa.
Ahora bien, la clave para ser nuestros propio héroes no está fuera sino en el interior de cada uno de nosotros. Es la capacidad para hacernos visibles a nuestros ojos y darnos la importancia que merecemos para ofrecernos nuestro mejor apoyo. Porque solo hay una persona que nos acompañará siempre, ya sea para bien o para mal y somos nosotros mismos. ¿Para qué desaprovechar el tiempo siendo nuestros peores críticos y enemigos?

Cuídate, quiérete y compréndete. Los verdaderos héroes no son los que luchan contra los monstruos ni vuelan por las nubes, sino aquellos capaces de salvarse a sí mismos cada día con la intención de hacer su vida más plena y llevar la felicidad a quienes lo rodean.

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