27.12.19

Pequeños ángeles diarios que están a nuestro lado o llegan sin esperar.

GENTE MARAVILLOSA
Muchas veces he pensado en lo diferente que es el paso de cada ser humano por la vida y lo diferente que es el paso de los seres humanos por nuestra propia vida.

Hay gente magnífica que es un placer estar a su lado, que facilitan las cosas, que no tienen pereza para ayudar, que saben escuchar y que son transparentes como el cristal. Personas que sin pretenderlo, te hacen sentir seguro, te motivan y te impulsan a ser mejor.

Otras, sin embargo ponen obstáculos en nuestra vida, proyectan su envidia y energía negativa, disocian su ego, triangulan y se las ingenian para hacernos sentir todo lo contrario: duda, inquietud, duda e incluso miedo.


Hay seres humanos que han llegado para mejorar el mundo, para poner en marcha un proyecto vital con el cual ellas mismas y su entorno avancen. Que dejan huella, que encajan recuerdos en el alma imborrables, que se hacen querer por su entrega y grandeza con los demás.

Otras, solamente tienen como punto de mira su persona y todo lo que satisfaga las necesidades y los placeres propios, dejando una profunda huella los efectos devastadores que causan en los demás.

Hay seres humanos que construyen y hay seres humanos que destruyen.

Y entre ambos, un gran abanico de seres humanos que se dejan arrastrar por las circunstancias, que van a la deriva, según donde sople el viento y que reaccionan en vez de responder.

¿Podemos elegir en qué grupo estar?

Evidentemente es difícil de responder a esta pregunta con certeza… Posiblemente si y posiblemente no.

Pero daremos una pista importante, nos relacionamos con los demás, según la ley de  afinidad y vibración: que nos dice que atraemos a nuestra vida personas y situaciones afines a nuestra propia vibración.

La condición de cada ser humano de acuerdo a su grado evolutivo, va impresa en su ADN. Difícil de cambiar sí. Aunque a lo largo su vida y en función del conocimiento adquirido, tal vez sea posible.

Me quedo con la gente especial, la que trae paz a nuestra vida, la que te hace sentir seguro de que puedes desplegar toda tu confianza en ellas. Pequeños ángeles diarios que están a nuestro lado o llegan sin esperar. 

Elige la calidad de las cualidades, no la cantidad de lo contable.

Lo último no añade nada a nuestra armonía. Lo primero logra de inmediato que nos sintamos geniales desde dentro, en lo más íntimo e intransferible. Y nos de paz.



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