23.1.20

La búsqueda de autogratificación, de refuerzo del ego es la esencia del mal.

LO QUE NECESITA LA CONDICIÓN HUMANA

Las personas, según Erich Fromm, necesitamos mayores dosis de humildad y amor. En una sociedad cada vez más narcisista, el egoísmo es un germen a combatir para ganar en felicidad, armonía y respeto.

Lo que necesita la condición humana según Erich Fromm es un cambio. El psicoanalista social y filósofo alemán que se atrevió en su día a desafiar a Sigmund Freud reformuló el concepto de libertad y se esforzó, incluso, en enfatizar algo que está de plena actualidad en una sociedad cada vez más técnica, más fría y estructurada, estamos perdiendo nuestra felicidad.

En su imprescindible libro Ser o tener, nos dejó mensajes atemporales, esos que continúan albergando ideas increíblemente transformadoras. Entre ellos, se encuentra uno que puede sernos muy familiar: las personas nos hemos acostumbrado a vivir bajo una premisa, esa donde asumir que quien no tiene, no es. Cuando el auténtico bienestar y la realización humana reside precisamente en el ser, en definirnos por encima de nuestras pertenencias.


Hace ya treinta años de la pérdida de Erich Fromm e incluso así sus pensamientos, reflexiones y legado nos sigue siendo imprescindibles. Necesitamos un cambio, una reformulación para poder trabajar en una libertad real, esa donde dejar de medirnos por lo que tenemos y valorarnos por lo que somos.
La producción económica  no debe ser un fin en sí mismo, sino solamente un medio para una vida humanamente más rica. Será una sociedad en la que el hombre será mucho, no una sociedad en la que el hombre tendrá mucho, o consumirá mucho».
-Erich Fromm-
¿Qué es lo que necesita la condición humana según Erich Fromm?
Lo que necesita la condición humana según Erich Fromm son varios aspectos que analizaremos a continuación. Así, y para comprender su enfoque y perspectiva, debemos recordar primero que el centro de su filosofía se basó siempre en un humanismo casi radical. ¿Qué significa esto? Implica, que este psicólogo social buscaba, por encima de todo, liberar a la persona de sus cadenas.

Cada uno de nosotros arrastramos, casi sin saberlo, múltiples lastres. La estructura industrial, social y política coloca sobre nosotros multitud de moldes y cerrojos que vetan nuestra realización, capacidad de elección, pensamientos y voluntades. Ahora bien, uno mismo también limita su propia felicidad de diferentes maneras.
Lo hacemos al elegir el conflicto y la violencia en lugar de la paz, lo hacemos también al guiarnos por los instintos y no por la razón y la emoción y, sobre todo, al no querernos como merecemos.
De este modo, en su libro La anatomía de la destructividad humana, nos indica que la situación de la humanidad en la actualidad es demasiado grave y que, por tanto, es necesario crear nuevos marcos mentales, nuevos escenarios de reflexión donde generar cambios.
Veamos por tanto qué es lo que necesita la condición humana para invertir en bienestar y libertad.
Debemos ser más espontáneos
En El miedo a la libertad (1941), Fromm apelaba a algo que puede llamarnos la atención pero que, sin lugar a dudas, resulta inspirador. Según él las personas damos demasiada primacía al pensamiento racional. Sin embargo, el ser humano es en sí mismo una combinación perfecta entre emoción y razón, entre sentimiento y autocontrol.

Por tanto, a la hora de expresar en libertad nuestra auténtica personalidad, necesitamos ser más espontáneos. Es así como rompemos cadenas, como dejamos ir toda nuestra esencia para liberarnos también de esos convencialismos que nos inculca la sociedad.
«Es a través de los actos espontáneos como logramos tener una visión de lo que podría ser la vida si tales experiencias no fueran acontecimientos tan raros y tan poco cultivados».
-Erich Fromm-
Una apuesta por la solidaridad
En su libro ¿Tener o ser?, Erich Fromm aportó diversas ideas que, según él, eran claves para evitar que la humanidad se precipitara hacia un destino catastrófico. En primera persona no solo tuvo que hacer frente a la oscuridad de la Segunda Guerra Mundial, sino que además fue testigo de la Guerra fría y de ese contexto donde la competición armamentística situaba al mundo entero en un escenario de angustia permanente.

Los tiempos actuales son distintos, pero las esencia, de algún modo, siguen guardando cierta similitud. De ahí que las sugerencias que nos dejó en Tener o Ser sean tan válidas como inspiradoras. Son las siguientes.
  • Ser más solidarios, amar y respetar la vida en todas sus manifestaciones.
  • Es necesario que sintamos alegría también por el acto de dar, de compartir y no solo por tener y acumular pertenencias.
  • Hay que reducir la codicia, el odio y los engaños.
Desprendernos del narcisismo
Lo que necesita la condición humana según Erich Fromm es, por encima de todo, dejar a un lado el narcisismo. De hecho, esta premisa recurrente en su obra, tanto es así, que introdujo un término que es importante recordar: el narcisismo maligno. Para él, esa búsqueda constante de autogratificación, de refuerzo del ego o grandilocuencia es la auténtica esencia del mal.

Debemos cultivar la humildad, el respeto al otro y también a nosotros mismos, pero desde un punto de vista más saludable, afectuoso y en armonía con la propia sociedad. El egoísmo sería el peor de los gérmenes, algo que es necesario evitar a toda costa porque perpetúa la ignorancia y la sumisión.

Para concluir, sin importar que las obras de Erich Fromm hayan sido escritas hace décadas, siguen siendo imprescindibles y valiosas. Volver a ellas es una invitación para reflexionar sobre aspectos en los que vale la pena trabajar.


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