12.12.23

El secreto de la existencia no consiste solo en vivir, sino en saber por qué vivimos

CONCIERTO PARA EL ALMA                       

EL CAMINO DE LA ESPIRITUALIDAD

¿Cuál es tu vocación? ¿Qué viniste a hacer a la tierra? ¿Estás siendo fiel a tu alma?

"Todas las personas al comienzo de su juventud saben cuál es su leyenda personal. En ese momento de la vida todo está claro, todo es posible y no tienen miedo de soñar. No obstante, a medida que el tiempo va pasando, una misteriosa fuerza trata de convencerlas de que es imposible realizar esa leyenda personal". P. Coelho

¿Qué es lo que nos sucede, cuando a pesar del hecho de que tengamos "todo lo que deseamos" léase salud, familia, dinero, trabajo, etc., sin embargo, generalmente no logramos sentirnos en paz? ¿Por qué pareciera que siempre nos falta algo? 

La respuesta a esta milenaria pregunta puede abordarse desde diversos puntos de vista. He elegido desarrollar el punto de vista relacionado con la vocación personal. Entiendo que la insatisfacción a la cual me refiero, está relacionada con el hecho de que la mayoría de las veces nos abocamos a tareas diametralmente opuestas a las que desearía realizar nuestra alma. De manera tal que dejándonos influenciar por circunstancias y voces externas, terminamos siendo y haciendo algo muy alejado a lo que, en lo más íntimo, quisiéramos ser y hacer. Como lógica consecuencia, no logramos satisfacer a los demás ni a nosotros mismos.   

Es maravilloso aprender a disfrutar de cada minuto, haciendo lo que más nos apasione, que es precisamente aquello que vinimos a hacer.

Podremos percibir inequívocamente cuando damos en la tecla, porque al realizar nuestra precisa tarea nos sentimos exactamente como si estuviéramos enamorados, pero en vez de estar enamorados de una persona, lo estamos de nuestra misión, de nuestra vocación; ella se transforma en algo que nos incentiva grandemente, que nos produce profundo bienestar, se convierte en fuente inagotable de pensamientos; es algo que deseamos desarrollar por encima del resto de nuestras actividades, con contagioso entusiasmo, seguros de que es "eso" particularmente "eso"; una actividad que le da un sentido especial a nuestra vida.

Luego de reflexionar profundamente, ojalá estemos siempre bien dispuestos y con el suficiente valor para poder realizar los cambios pertinentes que entendamos es necesario realizar para reajustar el rumbo de nuestra vida. Ojalá nos queramos lo suficiente para darnos cuenta de que merecemos ser felices aquí y ahora, para lo cual es fundamental que podamos ser sumamente generosos con nosotros mismos. Si vivimos haciendo algo que no tenemos ganas de hacer, algo con lo cual no nos identificamos corazón adentro, estaremos cabizbajos y meditabundos y eso será lo que contagiaremos a los que nos rodean, y esa será también nuestra cosecha. Ya hay a nuestro alrededor demasiado campo sembrado de hastío. Aportemos algo diferente.  

El hacer refleja nuestra conciencia del ser… Cuando lo que buscamos es ser, las acciones correctas son inevitables. La felicidad sigue a las acciones correctas.   

Lo primero que tenemos que averiguar antes de definir conscientemente para qué estamos sobre este maravilloso planeta, dentro de un cuerpo físico, es: saber quiénes somos. Es necesario que nos preguntemos a nosotros mismos: ¿quién soy yo en el fondo? ¿quién soy yo, más allá de todas las etiquetas coyunturales que adornan mi alma?   

Investigar sobre este pequeño gran detalle nos puede llevar libros enteros que quizás podamos empezar a compartir en próximas instancias. No obstante, me parece un elemento muy importante a tener en cuenta a la hora de poder definir nuestras acciones.

¿Estamos buscando el ser o mediocremente nos conformamos cultivando el parecer? ¿Cuánto tiempo dedicamos cotidianamente a contactarnos con lo que realmente somos? La raíz de la cosa está en poder descubrir cuál es nuestra verdadera identidad, entonces estaremos en condiciones de dar adecuada direccionalidad a nuestra vida.   

El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber por qué vivimos. ¿Cuál es el propósito de nuestra vida? ¿Sabemos realmente para qué estamos encarnados en un cuerpo, en el aquí y el ahora tan hermosamente disponibles a nuestros pies? ¿Qué es lo que más deseamos alcanzar en nuestra vida? ¿Sabemos que existe algo llamado perfección y que habita en nuestro interior?

Hasta que no definamos claramente estas cuestiones, será difícil que entendamos para qué hacemos lo que hacemos. Conforme sean nuestras respuestas, será nuestro accionar.    

Una de nuestras principales tareas en este alucinante proceso de autoconocimiento por el que todos tenemos que transitar mientras estemos respirando, es aprender a liberarnos de los condicionamientos humanos para despertar la condición humana, la cual es sagrada.

La humanidad vive despertando. Como consecuencia de ello, paulatinamente, casi sin que nos demos cuenta, la vida de todos camina hacia lo sagrado. Naturalmente esto va abriendo nuestros ojos, nos va preparando para convertirnos en creadores de una nueva humanidad, en la cual ya no es suficiente tener casa, auto, buen trabajo y vacaciones una vez al año, ya no interesa luchar en contra de un sistema que se está cayendo solo.

Estamos aprendiendo a percibir nuevos horizontes...

Sogyal Rimpoché, en su Libro tibetano de la vida y de la muerte nos dice al respecto: "la sociedad moderna me parece una celebración de todas las cosas que alejan de la verdad, que hacen difícil vivir para la verdad y que inducen a la gente a dudar incluso de su existencia. Y pensar que todo esto surge de una civilización que dice adorar la vida, pero en realidad la priva de todo sentido real; que habla sin cesar de "hacer feliz" a la gente, pero que de hecho obstruye su camino a la fuente de la auténtica alegría".

La auténtica alegría se encuentra en aprender a ser fieles a nuestra naturaleza y no a un sistema falso que nos conduce directamente al sufrimiento y a la enfermedad". A buen entendedor, pocas palabras...

La semilla de la espiritualidad brilla en cada uno de nosotros.

El camino es nuestra escuela y cada paso la lección a aprender.

No hay misión más noble que el ser útil a los demás.

El camino de la espiritualidad está en caminar junto aquellos que más necesitan ayuda.

El camino de la espiritualidad está en no juzgar a nadie y dar, sin esperar nada a cambio.

En definitiva, el camino de la espiritualidad… es el camino de tu propio corazón.

https://lacienciadelespiritu.blogspot.com/2023/12/concierto-para-el-alma-el-camino-de-la.html 

 

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