3.7.17

Fue donde te hiciste la que eres hoy, donde se fraguaron alma y corazón.

 

CANCIÓN PARA UNA CASA



No solo quedan las paredes y las puertas,
las ventanas desde las que viste el ayer.
No solo quedan la mesa y las horas muertas
que pasaste trenzando los hilos de tu niñez.

Te imagino mirando el cuadro de la sala de estar,
tocando la guitarra sentada en tu habitación.
El regreso de tu padre, cada día, al hogar
y la risa de tu madre convirtiéndose en canción.


Pues una casa no es tan solo paredes y hormigón.
Una casa es reducto de vida y de amor.
Fue donde te hiciste la que eres hoy,
donde se fraguaron alma y corazón.

Cambiaron los muebles pero no la esencia
ni los pasos de niña y su eco dorado
y en cada espacio noto la sutil presencia
que alumbra el presente aún desde el pasado.

La casa no cambia a pesar del tiempo.
En ella vislumbro que el amor transita.
Está en cada objeto, está en cada gesto
que el recuerdo devuelve de nuevo a la vida.

Pues una casa no es tan solo paredes y hormigón.
Una casa es reducto de vida y de amor.
Fue donde te hiciste la que eres hoy,
donde se fraguaron alma y corazón.

A.BARO

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