¿POR QUÉ NUNCA TE SIENTES SATISFECHO?
Tu cerebro se enfoca en lo que falta, te comparas sin darte cuenta y siempre buscas más. Estas son algunas razones por las que no sientes satisfacción.¿Tienes salud, trabajo, pareja, amigos… y no te sientes
satisfecho? ¿Piensas que algo más te falta? Esto es algo que no solo te pasa a
ti. En la mayoría de los países, entre
el 30-40 % de las personas no se consideran «muy satisfechas» ni «bastante
satisfechas» con su vida.
Abraham Maslow dijo que «la satisfacción de una necesidad crea otra». Esto puede ser una señal para detenerse y revisar cómo funciona la mente, sin dejarse llevar de forma automática por ella.
No quiere decir que debes conformarte, sino comprender que ese continuo anhelo de felicidad tiene un límite. Ahora, revisemos algunos motivos por los que una persona nunca está satisfecha y qué podría hacer para cambiar esa sensación.La mente está diseñada para buscar más
Nuestro cerebro tiene un mecanismo conocido como sesgo
de negatividad; ¿qué quiere decir? Este órgano hace que nos enfoquemos más en lo que falta en lugar
de lo que ya tenemos. Si bien esto fue muy útil para la
evolución humana, hoy se transformó en esa constante búsqueda de «lo que
falta».
Es por esto que cuando logras un objetivo, tu mente pasa
rápido al siguiente y no lo disfrutas. Por ejemplo: consigues tu meta de bajar
o subir de peso, pero ahora quieres tonificar, y luego otra cosa… nunca parece
suficiente, no te sientes satisfecho. ¿Qué hacer? Por ejemplo, redacta una lista de lo que hiciste esta
semana y léela en voz alta. Esto
te ayudará a identificar tus logros y metas, y sentir orgullo por
lo que has conseguido.
Compararse es un hábito
Tomas el celular, entras a Instagram y lo primero
que aparece es un conocido o un famoso mostrando su nueva casa, carro o que
está de viaje… Sin darte cuenta, empiezas a compararte, sintiendo que lo tuyo
no es suficiente. Hacerlo una vez podría no afectarte tanto, pero cuando te comparas de forma constante,
se distorsiona la percepción de tu propia vida, donde
sientes que te falta «eso» que ves en otros para alcanzar la felicidad.
Consejo: trata de seguir cuentas o personajes que te
inspiren sin hacerte sentir menos y silencia los que no. Además, no olvides que
cada quien avanza a su tiempo, y eso está bien.
Perseguir la perfección
Creer que todo a nuestro alrededor debe ser perfecto
—trabajo, relación, logros— podría causar una sensación de que la satisfacción
nunca llega. La perfección no existe;
tratar de conseguirla te mantiene en un ciclo de insatisfacción, donde
nada parece suficiente, ni siquiera tú mismo.
Un caso típico es cuando te esfuerzas por hacer una
presentación impecable, pero si detectas un pequeño error, sientes que todo
está mal y no te permites disfrutar el logro de cumplir con la tarea. ¿Qué
hacer? Confía en tus habilidades
y fortalezas, si tienes que entregar una tarea y crees que no está
«perfecta», hazlo. También es importante avanzar y ser responsables con
nuestras obligaciones; siéntete satisfecho de entregarla a tiempo.
Vivir en el «cuando tenga» o «cuando logre»
Cuántas veces pensamos «cuando me asciendan, seré feliz»,
«cuando me compre mi propio apartamento, entonces sí me sentiré
realizado». Estas frases solo nos
hacen pensar que la felicidad está en el futuro y no en el presente. Por
lo tanto, la satisfacción se vuelve una meta inalcanzable. Una idea útil para
evitar estos pensamientos es escribir cada noche algo bueno que te pasó en el
día; así te enfocas en el presente e identificas las cosas positivas que
logras, alejándote de los sentimientos negativos.
El cerebro se acostumbra a lo bueno
Te compras un móvil que querías mucho. Al principio no
puedes parar de mirarlo y sentir emoción. Pero después de unos días, dicha
emoción se pierde, te aburres y comienzas a pensar en un modelo nuevo. A esto
se le llama adaptación hedónica, en palabras simples, significa que el cerebro se acostumbra rápido a lo que
antes lo emocionaba y necesita un estímulo nuevo para sentir lo mismo.
Consejo: toma una foto diaria de algo simple que te haga
feliz y guárdala en un álbum especial. Con el tiempo, esas fotos te recordarán
todo lo bueno que tienes y has tenido y, sin darte cuenta, sentirás
satisfacción.
La clave está en observar, no en exigir más
Está claro que la mente es poderosa. Muchas veces, no te
sientes satisfecho por pensar o sentir cosas que no son una verdad absoluta.
Por ejemplo, «lo tengo todo, pero no soy feliz». Cuando aparezcan esos
pensamientos de insatisfacción, detente un momento, observa con calma todo lo
que te rodea, agradece y valora el presente.
Enfócate en disfrutar sin estar esperando lo «perfecto». A
veces, basta mirar desde otro ángulo para notar que ya tienes mucho. Recuerda que alguien daría todo por lo que tú
ya tienes.
https://lamenteesmaravillosa.com/por-que-nunca-te-sientes-satisfecho/#google_vignette
No hay comentarios:
Publicar un comentario